En Shaws fabricamos cada fregadero a mano, utilizando técnicas tradicionales que se han transmitido de maestros artesanos a aprendices durante más de un siglo.
Se necesitan de tres a cuatro semanas de mezclado, moldeado, acabado manual, secado, glaseado y horneado para producir un fregadero Shaws. No es un proceso rápido. El fregadero completo será rechazado si se encuentra la más mínima imperfección en cualquiera de las dos inspecciones exhaustivas. Empacamos cada fregadero nosotros mismos antes de enviarlo a su nuevo hogar, donde durará generaciones.
Semana 1
Los expertos maestros moldeadores utilizan una mezcla de yeso única para hacer cada molde a mano. Al mismo tiempo, la arcilla resistente al fuego se combina cuidadosamente y se mezcla lentamente antes de reposar. La arcilla refractaria es un material natural que requiere un manejo hábil. La combinación debe ser correcta para que los fregaderos alcancen la durabilidad de su marca registrada.
Semana 2
La arcilla refractaria fundida se vierte a mano en el molde antes de reposar. A continuación, se retira el molde y un maestro artesano con más de 10 años de experiencia le da un acabado a mano perfecto al fregadero.
Luego, el fabricante estampa su nombre y el año de producción y, finalmente, el fregadero se seca a 110 °C durante dos días.
Semana 3
El fregadero se esmalta a mano y se deja reposar antes de aplicar un segundo esmaltado. Una vez que el acabado está seco, se inspecciona el fregadero. Solo si el equipo de inspección está contento se aplica el diamante azul de los Shaws.
Semana 4
El fregadero se prepara y se hornea a 1200 °C durante 32 horas para fusionar la arcilla resistente al fuego y el esmalte. Después se enfría durante 24 horas y se inspecciona cuidadosamente, dos veces. Solo si pasa estas dos inspecciones rigurosas, se empaquetará cuidadosamente para su entrega.
Este meticuloso proceso produce un fregadero que es resistente a los impactos, al calor, a las manchas y a los arañazos, también a los productos químicos (fabricamos además fregaderos para laboratorios), y es antibacteriano de forma natural. Por eso decimos que un lavabo Shaws ha sido hecho a mano para toda la vida.
Todos los productos de Shaws cuentan con una serie de acreditaciones independientes de la industria por su calidad, durabilidad y resistencia a los productos químicos y las manchas.
Se ha demostrado que el esmalte resistente que se aplica a todos los fregaderos Shaws reduce las colonias bacterianas de E-Coli y MRSA en un 99,99 % durante un período de 24 horas y se clasificó como excelente en esta área, lo que hace que nuestros fregaderos sean ideales para instalaciones sanitarias y escolares.
Cada fregadero de nuestras colecciones domésticas y profesionales está fabricado con material pesado de arcilla refractaria; fundido, acabado y esmaltado a mano, asegurando que los productos sean resistentes al agrietamiento, astillado y manchas.